Es un alimento poco
energético, dos tomates medianos tan sólo aportan 22 calorías.
Aproximadamente el 95% de su peso es agua, cerca de un 4% son
hidratos de carbono. Se le considera una fruta-hortaliza ya que
contiene mayor cantidad de azúcares simples que otras verduras, lo
que le confiere un ligero sabor dulce. También es fuente importante
de ciertas sales minerales (potasio y magnesio, principalmente). De
su contenido en vitaminas destacan la B1, B2, B5, vitamina C y
carotenoides como el licopeno (pigmento que da el color rojo
característico al tomate). Estas dos últimas sustancias tienen
carácter antioxidante con función protectora de nuestro organismo.
Durante los meses de verano, el tomate es una de las fuentes
principales de vitamina C.