EXIGENCIAS MICROCLIMATICOS



El manejo de los factores microclimáticos, como temperatura y humedad relativa, es fundamental para mantener un buen estado sanitario del cultivo. Estos factores experimentan amplias variaciones de una zona a otra, por la altitud en que se encuentran, el tamaño del invernadero, el microclima presente en la zona, la nubosidad, etc. En los invernaderos se puede influir sobre la temperatura mediante riegos, manejo de ventilación, uso de diferentes tipos de plásticos para cubrir y proteger al invernadero. En esta temática se consideran estos y otros factores.

Temperatura
La temperatura es determinante en el desarrollo del cultivo. La fotosíntesis se ve perjudicada o
beneficiada según los rangos de temperatura que se presenten en el invernadero. El cultivo de tomate adaptado a una región tiene una velocidad óptima de crecimiento a una temperatura promedio y no resulta afectado por las temperaturas extremas. En el tomate riñón, la alteración de la temperatura diaria favorece los procesos fisiológicos como la germinación de semillas, el alargamiento de tallos, la floración, la fructificación y la precocidad. Asimismo, el calor influye en la asimilación de alimentos y el agua del suelo, mientras que una temperatura baja provoca lo contrario. La Asociación de Agrónomos Indígenas del Cañar (AAIC) en la mayoría de las plantas, el crecimiento es mayor durante la noche cuando el balance hídrico es más favorable, por ello es más importante la temperatura nocturna que la diurna.

Estudios fisiológicos y observaciones directas han determinado que la mayoría de las plantas tienen un crecimiento normal dentro de un rango bastante amplio de temperaturas. Esta característica se conoce como plasticidad. Las bajas temperaturas del suelo pueden reducir la absorción de nutrientes y originar su déficit en la planta. En estas condiciones, las plantas no pueden asimilar el fósforo desde el suelo. El síntoma de deficiencia se expresa por el color violáceo que adquieren las hojas y la formación de hojas achuradas, particularmente las hojas bajeras. Para evitar estos problemas, se debe ubicar el invernadero en sitios exentos del efecto de fuertes vientos, es decir, instalar las estructuras junto a cortinas rompevientos. En caso de carecer de esta protección, es necesario construir una estructura para que funcione como cortina. No obstante, el viento ayuda a regular la temperatura del invernadero y puede favorecer la polinización. Es posible también minimizar la aparición de enfermedades y reducir el costo en el uso de agroquímicos.

El rango de temperatura registrada en Cañar, en el piso agroecológico alto (3 000 a 3 200 msnm), fluctúa entre 9 y 35 °C y desciende hasta 5 °C, el promedio general es de 24 °C. En cambio en el piso bajo (2 800 a 3 000 msnm), la temperatura oscila entre 12 y 35 °C y desciende hasta 10 °C.
Bajo estas condiciones, al tomate riñón se considera una planta termoperiódica, ya que crece mejor con temperatura variable que constante. En este ambiente, se obtuvo un rendimiento de 9 kg por planta con híbrido Dominique, en un período de cosecha de cuatro meses. El número de días transcurridos desde el trasplante hasta la cosecha va de 90 a 100 días. MAS INFORMACIONhttp://www.agroecuador.com/web/index.php/hortalizas/106