RIEGO


Jaramillo et al. (2007), recomiendan el monitoreo de las fuentes de abastecimiento del agua de riego por medio de un programa de mantenimiento y análisis químicos y microbiológicos para garantizar su inocuidad y demostrar su calidad y pertinencia para regar cultivos, y realizar acciones correctivas en caso de resultados adversos. Además advierten que es vital realizar acciones que propendan por la protección del recurso hídrico, garantizar que no haya acceso de animales domésticos a la fuente de agua y no aplicar agroquímicos y fertilizantes cerca de ella. En lo posible establecer sistemas de
recolección, reciclado y almacenamiento de agua. Respetar la reglamentación de los acueductos municipales sobre volúmenes y formas de empleo de riego.

Puesto que la producción de tomate requiere una inversión financiera considerable, el riego es casi siempre necesario para asegurar los niveles de producción deseados. La elección de un sistema de riego depende de las condiciones de suelo, disponibilidad de agua, clima, economía y preferencias personales.

El requerimiento hídrico del cultivo varían dependiendo de la variedad, entre 300 y 1000 mm, según indica Huaral (s. f.); Escudero (2004) a su vez señala que, los requisitos hídricos del tomate son del orden de 630 mm de agua por cosecha y deben descartarse para el riego las aguas con posible contenido de sales. Tigrero & Ortega (2002), indican que el costo para implementar un sistema de riego por goteo, para una estructura de 1000 m2 los costos fluctúan entre 2000 y 5000 USD. MAS INFORMACIONhttp://revistatierraadentro.com/index.php/agricultura/64-metodo-de-cultivo-del-tomate-rinon-